lunes, 9 de febrero de 2009

Pasos Básicos Para La Meditación

Existen seis pasos básicos en el proceso meditativo, los primeros tres son de preparación propiamente: La actitud o postura, la respiración y el relajamiento consciente. Los tres pasos restantes corresponden a la práctica misma de esta disciplina milenaria: La concentración, la meditación y la contemplación.

Preparación:

1. Postura

2. Respiración

3. Relajamiento

Práctica:

4. Concentración

5. Meditación

6. Contemplación


Preparación para la meditación


1. Postura

Es el primer paso, se requiere una postura cómoda y firme, lo más recomendable es estar sentado con la espalda recta, existen cuatro posturas básicas para meditación:

A) Sentado en una silla o sillón donde el asiento y el respaldo no estén muy blandos, para que nos ayuden a sostener la postura, los pies descansan en el piso o están cruzados uno sobre el otro.

B) Se puede estar sentado en el suelo sobre un tapete con las piernas cruzadas, en forma sencilla. La espalda puede estar apoyada en una pared.

C) Sentado en el suelo sobre un tapete con un pie arriba de la pantorrilla o del muslo de la otra pierna, o con las dos piernas cruzadas.

D) Hincado, sentado entre los talones con las piernas dobladas, rodillas juntas, las manos descansan sobre los muslos.

La cabeza no debe estar caída, ni tampoco hacia atrás, sino conservando una línea recta con el cuello y la columna vertebral; tanto la cabeza caída al frente como hacia atrás inducen el sueño.

La lengua se apoya en el paladar y la punta de la misma en la parte interior de los dientes superiores, esto ayuda a relajar el rostro, soltando la mandíbula, los labios están cerrados sin apretarlos.

Los ojos cerrados o semicerrados para eliminar distracciones visuales.

Si existe ruido ambiental se puede escuchar música con audífonos, de esta manera sólo percibimos la música como fondo auditivo.

Las manos se apoyan cómodamente sobre las piernas, pueden estar con las palmas hacia arriba o hacia abajo, o bien tocándose los dedos o entrelazados, depende de cada persona, como se sienta mejor en su postura.

No es muy recomendable meditar acostado porque es más difícil mantenerse auto-consciente, la posición acostado boca arriba se utiliza para llegar a un relajamiento más profundo, sin llegar al nivel de meditación.

El hecho de conservar la espalda recta, pero no tensionada o rígida, ayuda al proceso de meditación, permitiendo una mayor capacidad de concentración, lo mismo al mantener la cabeza más o menos recta.

A la postura se le llama asana en el sistema yoga, representa la actitud psicofísica que se asocia con la posición corporal. Es interesante observar que con la práctica con sólo marcar la postura se induce el estado meditativo.

"La postura ha de ser firme y relajada.

Se consigue esta postura si se evita todo esfuerzo y se piensa en el infinito. Al lograr esto, no perturban los pares de opuestos".

(Yoga Sutras de Patanjali: 2.46, 2.47, 2.48).


Tomado del libro: MEDITACIÓN Y VISUALIZACIÓN

Autor: Rolando Leal


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