lunes, 29 de diciembre de 2008

Roca Uruguay

Esta roca con la forma de Uruguay fue descubierta por este Uruguayo (Hugo Soto) en Mallorca, es la zona de Calvia. Una formacion rocosa natural de varios metros de altura. Estamos intentando contactar con este pintor Uruguayo para poder llegar hasta alli, ya que parece estar frente a la costa.
(recibido por correo)

COMO EL SABIO PERCIBE AL MUNDO

El hombre que se encuentra sumergido en agua hasta la altura del cuello tiene dos experiencias. Su cabeza está expuesta al sol. Experimenta frío y calor al mismo tiempo. Así mismo es la experiencia del sabio liberado. Posee doble consciencia. Disfruta del regocijo de Dios, y al mismo tiempo tiene la experiencia de esta realidad. Es como un hombre que conoce dos idiomas.
Del mismo modo en que una vasija en la cual guardamos una cebolla, retiene el olor de la cebolla, aún después de lavarle varias veces, así mismo una pequeña cantidad de ignorancia aún se mantiene en la mente del sabio. El sabio liberado tiene consciencia del cuerpo en la forma de una impresión en la mente subconsciente. Por eso continúa comiendo y bebiendo. Aún cuando se ha destruido la mente instintiva con sus deseos más bajos, la mente pura no muere en el sabio liberado. ¿Cómo podría operar en la realidad mundana sin un instrumento, la mente?
El universo fenomenico no desaparece de la vista del sabio liberado. Ve al mundo como un sueño dentro de sí. Así como creemos en un espejismo aún cuando comprendemos la naturaleza del agua, así también el mundo aparece al sabio aún después de haber obtenido la auto-realización, aún después de haber entendido la naturaleza ilusoria del mundo. Pero, así mismo como el hombre que ha comprendido la naturaleza del espejismo no corre tras él para beber agua, así el sabio liberado no corre tras los objetos sensoriales como lo hace el resto de la gente. Aún cuando ve al mundo. Esa es la diferencia entre un sabio liberado y el hombre mundano.
El sabio sólo ve una realidad o Dios en todos lados y en todas las cosas. Para él no existe ninguna diferencia entre un maleante o un santo, entre oro o una piedra, honor o deshonor. De hecho siente que todo es parte de él, aún serpientes, escorpiones, tigres, osos y leones son tan parte de él como lo son sus ojos, oídos, manos y pies. El es lo mismo que las flores, el sol, el éter, el océano, la montaña, y el cielo. Posee visión y sentimientos cósmicos.
Swami Sivananda
(Tomado de la Web)