La Quinta Civilización del Sol
Mayas, los Dueños del Tiempo
La historia de lo que se ha descubierto de los mayas comienza en el año 600 a. C.. En el monte Albán aparecieron unas enormes piedras talladas con el primer registro del lenguaje de los mayas, los números. Figuras danzantes fechadas con los números mayas: la concha en forma de boca que representa el número 0, el punto que representa el número 1 y la línea que representa el número 5.
Pero recién en el año 300 d. C. comienza realmente el desarrollo de lo que podemos considerar maya. Seres que dedicaron su vida a estudiar y registrar la galaxia.
Después de casi 600 años de intensa actividad constructora y de un asombroso desarrollo científico, en el año 830 d. C., súbitamente, desaparecen en forma misteriosa. Abandonan todo, dejan intactas sus casas, sus ciudades y sus templos, que poco a poco son devorados por la selva. Quedan algunos pocos custodios a cargo de lo abandonando, supervisores de la herencia que nos dejaron.
Pasan aproximadamente 200 años desde el abandono, la mayoría de sus ciudades desaparecen entre la selva y en ese momento algunas de ellas son repobladas nuevamente. En el año 949 d. C., el rey tolteca conduce a su pueblo hacia el sur, huyen de la invasión bárbara de los chichimecas del norte que han destruido su capital, Tula. Los toltecas ocupan nuevamente algunas de las ciudades mayas abandonadas y las hacen renacer, pero nunca llegan a los mismos niveles de desarrollo. La época maya-tolteca dura desde el año 1000 hasta el año 1350 d. C. cuando comienzan a desaparecer lentamente.
En el siglo XVI, cuando llegan los conquistadores españoles la mayoría de sus ciudades estaban cubiertas nuevamente por la selva y para el siglo XVIII, lo poco que quedaba de ellos ya no existe.
De las investigaciones sobre las ruinas de sus ciudades, de los estudios de las fechas y números tallados en sus muros, de su exacto calendario, de sus códices y libros sagrados están reapareciendo sus conocimientos y se está descifrando su misterioso mensaje de alerta y esperanza.
Miles de sacerdotes, astrónomos y matemáticos mayas se dedicaron a medir, registrar y estudiar durante siglos al Sol y a todas las estrellas y planetas. Hace 1200 años fueron tan avanzados que calcularon la distancia que recorre nuestro planeta anualmente alrededor del Sol, tuvieron tanta precisión que hoy la NASA sólo tiene segundos de diferencia con las medidas que obtuvieron los mayas. Calcularon que la Tierra daba la vuelta al Sol en 365.242010 días. Hoy, el año de Greenwich es de 365.2422 días, una increíble diferencia de sólo 17 segundos y 28 centésimas.
También los mayas calcularon el año del planeta Venus y lo establecieron en 584 días. Hoy la NASA dice que la medida es 583.92 días por año, prácticamente lo mismo.
¿Cómo pudieron hacer estos cálculos tan exactos sin tener instrumentos de precisión? Su ciencia astronómica estaba 1000 años más adelantada que la de todos sus contemporáneos.
Encontraron los pulsos que recibe cíclicamente el Sistema Solar del centro de la galaxia. Construyeron ciudades como Tulum, rodeadas por murallas; no para su defensa sino para usarlas como punto de referencia de la aparición del Sol y los planetas.
En matemáticas eran muchísimo más avanzados. Su sistema aritmético era vigesimal, es decir, contaban de 20 en 20. Un sistema con base en el número 2, lo que lo convierte en un sistema binario exponencial, un sistema matemático armónico con el Universo, el mismo que utiliza la naturaleza para la división de las células.
También utilizan los números de manera simbólica, convirtiéndolos en entidades mágicas, seres armoniosos que cuentan una historia, como el I-Ching. Tenían el calendario más exacto hecho por cualquier civilización antigua sobre la tierra. Éste estaba compuesto por 13 meses de 28 días cada uno y un día a parte al final del calendario para recibir el nuevo año (28x13=364+1=365 días). Un calendario que sirve para sincronizar el ciclo de la Tierra, la Luna y el Sol con el Universo.
Los mayas también fueron muy avanzados en su manera de cultivar la tierra y cosechar los alimentos para todo su pueblo. Construyeron redes de canales de riego para mantener irrigada la tierra.
Su arte era absolutamente bello. Los bajorrelieves y las esculturas en piedra tienen una elegancia clásica. Las delicadas figuras de cerámica de sus soberanos, sacerdotes, artesanos y de todo el mundo funcionaban como las fotos de la época. Son unos de los documentos más importantes para entender su vida, sus costumbres y poder llegar hasta su mente y corazón.
Es impresionante la cantidad de ciudades y monumentos que construyeron. Vivían como los griegos, en ciudades-estado. Las pirámides eran torres para las divinidades, escaleras al cielo que suben a los templos que dedicaban a las esencias de todas las cosas.
Eran tan avanzados que utilizaron la producción en serie. Todos los elementos repetitivos de sus palacios eran diseñados mediante la utilización de moldes y luego se producían de manera industrial para ensamblarlos con increíble precisión.
Con bajorrelieves tallados en piedra, enormes esculturas y pinturas murales adornaban sus palacios. Colocaban estelas, que son grandes piedras talladas donde se contaba la vida de su soberano, en sus plazas y caminos. En los muros de sus palacios narraban los acontecimientos colectivos. Utilizaban los techos y pisos de sus plazas para recoger el agua y canalizarla hacia enormes depósitos.
Mientras construyeron sus pirámides y observatorios encontraron una manera de conocer el Universo, inventaron su sistema para registrar los procesos naturales, lo estudiaron, lo organizaron, lo consolidaron y lo dejaron escrito en la piedra como un monumento a la sabiduría. Construyeron con una tecnología que se perdió en el tiempo, al igual que el misterio de su desaparición.
La mayor parte del pueblo maya desapareció sin dejar ningún rastro, súbitamente. Abandonaron sus casas, sus templos y sus ciudades como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante. Sólo a través de su herencia, de lo que hemos encontrado sobre su vida diaria, de sus muestras evidentes de sabiduría podremos establecer porqué y cómo lo hicieron. Son muchas las preguntas que todo esto nos genera ¿Será que aprendieron a usar la mente más allá del 10% de la que nosotros la utilizamos? ¿Obtuvieron niveles altísimos de energía vital después de largos procesos de purificación? ¿Será que utilizaron mantras, palabras sagradas repetidas rítmicamente en ceremonias místicas, para producir estados alterados de conciencia colectiva? ¿Adónde se fueron sus sacerdotes, sus astrónomos y sus matemáticos? ¿Pudieron abrir una puerta a otro espacio u a otro tiempo, a otra dimensión de realidad, tal vez paralela a la nuestra pero más elevada? Sabemos que muchos antiguos profetas, como dice en la Biblia a, al abrir esa puerta se convirtieron en una brillantísima esfera de luz y abandonaron conscientemente este mundo.
Ahora, ¿qué ciclo fatal descubrieron a través del Sol? ¿Qué ciclo fatal descubrieron a través de los números? ¿Por qué interrumpen su calendario precisamente en nuestra época? ¿Será que quieren llamar nuestra atención hacia estas fechas? A partir de 1999 empezaron a correr los últimos 13 años, el tiempo exacto para que cambiemos y nos impulsemos juntos hacia una nueva era de paz y de armonía.
Reproducido de: Serie Documental "Las Siete Profecías Mayas" (TV Caracol)
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