lunes, 2 de marzo de 2009

Descubren el Mecanismo Universal del Envejecimiento

Hace una década, científicos norteamericanos descubrieron que una
proteína llamada sirtiun era la responsable del proceso de
envejecimiento en organismos unicelulares. Diez años más tarde, y
gracias al desarrollo de los chips de ADN, se ha podido comprobar que
esta misma proteína condiciona el proceso de envejecimiento de los
mamíferos. Conocida como sirtiun, los científicos señalan su
importancia en la regulación de una expresión genética adecuada.
Cuando los genes que deben permanecer desactivados se activan por la
desregulación que indirectamente produce el deterioro del ADN, la
proteína sirtiun no puede hacer bien su trabajo. El descubrimiento de
un "mecanismo universal" de envejecimiento, abriría las puertas a la
creación de medicamentos que hagan reversible la vejez, según los
investigadores.

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Científicos de diversas universidades norteamericanas han publicado
recientemente en la revista especializada Cell-2 un artículo en el que
afirman haber encontrado el mecanismo universal del envejecimiento.

Dicho mecanismo afectaría por igual tanto a los organismos
unicelulares (como los hongos) como a los multicelulares (como los
mamíferos).

Ésta es la primera vez que se observa un mecanismo conservado a lo
largo de la evolución, en tan diversos organismos a la vez. Según
explica la Harvard Medical School en un comunicado, dicho mecanismo se
remontaría a hace mil millones de años.

Células deterioradas

El estudio realizado por los investigadores demostró que los daños en
el ADN (principal componente del material genético) afectan, con el
paso del tiempo, a la capacidad de las células para regular
apropiadamente la activación o desactivación de la
http://es.wikipedia.org/wiki/Expresi%C3%B3n_g%C3%A9nica, en
situaciones particulares.

Este proceso de deterioro, que aparece tanto en los hongos como en los
humanos, podría ser el responsable universal del envejecimiento en
todas las especies, señalan los especialistas.

Según declaraciones de David Sinclair, un profesor de patología de la
Harvard Medical School, seguramente haya otras razones para el
envejecimiento, pero la importancia del descubrimiento radica en que
el envejecimiento de un simple hongo pueda relacionarse con el de un
mamífero.

Desde hace cierto tiempo, los científicos han sabido que un grupo de
proteínas llamadas sirtuins están relacionadas con el proceso de
envejecimiento. Estas proteínas, cuando son estimuladas -por ejemplo
con el resveratrol (fitoalexina presente en las uvas y en productos
derivados, como el vino) o con la restricción de calorías-, parecen
ocasionar efectos positivos tanto en la salud como en el proceso de
envejecimiento.

Proceso en mamíferos

Hace aproximadamente diez años, Sinclair y otros colegas del
Departamento de Biología del Instituto Tecnológico de Massachussets
(MIT), descubrieron que una proteína sirtuin particular (la Sir2) de
la levadura condicionaba el proceso de envejecimiento de ésta en dos
sentidos: por un lado ayudaba a regular la actividad genética en las
células, y por otro también ayudaba a reparar roturas en el ADN.

Pero los científicos también descubrieron que, a medida que pasaba el
tiempo y se iban acumulando daños en el ADN, la proteína sirtium era
cada vez menos capaz de regular adecuadamente la actividad genética.
Como resultado, aparecían las características propias del
envejecimiento en el hongo estudiado.

Hasta ahora, se creía que este fenómeno era exclusivo de la levadura o
de los hongos, pero no se había comprobado si se daba también en
organismos de más de una célula, explican los científicos.

También en ratones

Para descubrirlo, los investigadores realizaron análisis del mismo
proceso en mamíferos, concretamente en ratones. Utilizando una
sofisticada plataforma de microarray (chips de ADN), estudiaron la
proteína sirtuin presente en las células de ratones.

La plataforma de microarray consiste en una superficie sólida a la que
se unen una serie de fragmentos de ADN. La disposición de estos
fragmentos se usa para averiguar las expresiones genéticas de las
células. Los resultados obtenidos en este caso corroboraron que el
mismo proceso de envejecimiento vinculado a sirtuin aparecía en ambas
especies (el hongo y los ratones), aseguraron los científicos.

En primer lugar, éstos descubrieron que la proteína sirtuin, en el
sistema de los mamíferos, "supervisaba" los patrones de expresión
genética. En cualquier organismo, todos los genes están presentes en
todas las células, pero todos ellos están "controlados" para que su
expresión o silenciación sea la apropiada. De hecho, si se activan los
genes inadecuados, las células pueden resultar dañadas.

Guardianes sobreexplotados

Como medida protectora, las proteínas suirtins señalan, por tanto, qué
genes han de permanecer desactivados. Al hacerlo, ayudan a preservar
la cromatina (sustancia que se encuentra en la célula y a partir de la
que se producen los cromosomas en la división celular), que es la
encargada de envolver los genes que han de permanecer desactivados
para que éstos no se "despierten".

En segundo lugar, estas proteínas tienen otra importante función:
cuando el ADN resulta dañado por la luz ultravioleta o los radicales
libres, las sirtuins abandonan sus funciones de guardianes y ayudan al
ADN a reparar el lugar del daño. Durante este intervalo de tiempo, el
envoltorio de la cromatina puede comenzar a desenredarse, y los genes
hasta ahora silenciados comienzan a "despertar".

En la mayoría de los casos, las sirtuins vuelven a su función inicial
antes de que se produzcan daños permanentes. Sin embargo, a medida que
el ratón envejece, los niveles de daños en el ADN aumentan, y las
sirtuins se deben alejar con más frecuencia de sus "puestos de
vigilancia". Resultado: la desregulación de la expresión genética se
hace crónica.

Muchas de las activaciones genéticas que se ponen en marcha a raíz de
este proceso, están directamente relacionadas con los fenotipos del
envejecimiento.

Rejuvenecimiento de los ratones

Los científicos se preguntaron entonces qué pasaría si se volviera a
poner la sirtuin en "su sitio", en el caso de ratones viejos. La
hipótesis era que con más sirtuins, la reparación del ADN se volvería
más eficiente, y el ratón mantendría la expresión genética del patrón
de la juventud, incluso en la vejez.

Eso fue precisamente lo que ocurrió. Utilizando el resveratrol, un
activador de la sirtuin, se extendió la esperanza de vida de los
ratones en entre un 24 y un 46%. Los científicos señalan que este
descubrimiento abre una vía para la creación de medicamentos que
puedan estabilizar la redistribución de sirtuins a medida que pasa el
tiempo.

En definitiva, el deterioro del ADN no sería en sí mismo la causa del
envejecimiento, explican los investigadores, sino que pondría en
marcha un proceso que provoca la ausencia de regulación de la
expresión genética. Según los científicos, sería por tanto posible
invertir el proceso del envejecimiento, una vez que se ha detectado su
mecanismo universal.

Yaiza Martínez
Tendencias 21
29/11/08



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